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Las temblorosas manos de Dios

“Téngase en cuenta que una buena mitad de este oficio (el de escribir)  consiste en tener la suficiente sensibilidad respecto del momento como para buscar la siguiente promesa, que por lo general esta oculta en alguna palabra o frase, apenas un movimiento al costado de la intención conciente de uno. (la conciencia, esa herramienta embotada, corcovea en la direccion general de la verdad; el instinto arranca la pluma. ¡Vítores!”
 
Los ejércitos de la noche. Norman Mailer



Cuando algunos encuentran el límite de lo cognoscible, Dios tiene su oportunidad. Para quienes crean en él; quizás tengan un trato más cotidiano, un soliloquio a dos voces, pero para los que no, cuando el cinto ajusta y el aparato psíquico tiembla, él tiene al menos luz amarilla. Entonces Dios se expresa con metáforas, una revelación es una metáfora, el fin del sentido aunque sea un sentido, muchas veces no lo tiene, es un real, y una definición de lo real es aquello que está excluido de lo simbólico y lo imaginario. Por otro lado,  creer en algo no necesita esfuerzo, solo sucede, se desliza y se siente en la metonimia.

Otra vez escuché este fin de semana al “doctor” Cahe decir de Cacho Castaña que estaba en “las manos de Dios”. Un límite y le suena el teléfono a Dios. Lo que nadie quiere saber es que a Dios la mayor parte del tiempo le tiemblan las manos. O las tiene enjabonadas. O peor peor aun, está cansado de ser bombero, cuando a él en realidad le divierte más el fuego.

Todos los que llegan a las manos de Dios, indefectiblemente ca-en. Más si quien lo expresa es un médico. Misma situación cuando alguien que sufre por tan solo estar vivo y pide ayuda a alguien que estudió en una Universidad, confunde el ámbito y se entrega a la medicina para paliar un dolor del alma (que como sabemos siguiendo a Descartes está situada en la glándula pineal). Idéntica situación para tratar a un adicto: es en el de la salud, no de los policiales. Y una digresión más: en el terreno de lo que se puede conocer, por ejemplo, cierta psicología americana hizo hincapié en el déficit, mientras sobre el mismo tema por ejemplo los constructivistas rusos entendieron que un límite es el piso inferior del siguiente nivel de desarrollo. 

Si Dios es la perfección y alguna fue representado bajo la forma de un círculo, entonces tiene asidero la figura-hipótesis de aquellos que sienten horror ante un círculo sin cerrar. Y si no, pregúntense/les a un obsesivo qué le pasa si no pudo hacer eso íntimo inconfesable que hace cada noche antes de irse a dormir (“la religión privada” la llamó Freud).

Sólo habiéndolo perdido se lo puede buscar. Es la experiencia constitutiva que rige el deseo y a la que la mayoría está expuesto. Así como no se puede perder lo que no se tuvo, nunca se busca a ciegas. Las marcas de nuestra historia arbolan el camino, y aunque creamos que si estamos en la azotea hay que saltar, también hubo un Borges le dio la vuelta a la nada no como un melancólico (que se  hace objeto de ella,) y escribió uno de los 10 poemas más importantes de la historia, el de los Dones que abre: “Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche.”

Dios se hace presente cuando parpadea, cuando el sistema necesita reseteo, en la chispa creadora de lo desconocido, en la metáfora, y también cuando se acaban las palabras, Bukowski siempre se reía de cómo las personas lo traían a colación en el acto sexual.


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Obama ha muerto


"What if Al Qaeda blew up the levees
Would New Orleans have been safer that way?"
Let´s impeach the president, Neil Young.

En la entrada anterior, citaba a Lacan diciendo que la muerte se inscribe en el dominio de la fe. La misma oración pero en un sentido otro sirve para pensar la supuesta muerte del supuesto terrorista Osama Bin Laden. Osama, quien fuera entrenado por los servicios de inteligencia de la Cía (¡cómo lo necesitaríamos a Mailer para que echara luz sobre estos asuntos! Quien tiene un libro de mil páginas sobre Oswald y otro de mil sobre la Cía). Obama, premio Nobel de la Paz hace un par de años, salió a comunicar con felicidad la noticia de que habían dado muerte a su enemigo interno, Osama.

Una preciosa coincidencia poética hace que entre ellos dos sólo haya una letra de separación. Durante algún tiempo, dada mis limitaciones me los confundía. Y pensar que nos comimos el buzón de que Obama sería una suerte de left wing construyendo poder a lo Kirchner entre los monstruos, sin ser uno. Pero no fue así, rápidamente la crisis financiera y algunas medidas con intención  progresistas (como la reforma del sistema de salud) lo pusieron en jaque. El imperio es el imperio y ningún poder se suicida así como así.

El Amo no pide permiso, lo sabemos. Por más que los organismos internacionales se hayan proclamado en reiteradas veces en contra de las guerras que iniciaron (“preventivas”, es decir, en el horizonte por un “bien” futuro), el Amo mientras lo sea trata a los otros como a sus objetos. Falló el vaticinio de Freud de que si existiera algo así como un ente regulador supra, las guerras encontrarían su fin, el viejo se pasó de optimista. Si bien la ONU es de 1945 y la declaración de los Derechos Humanos de 1948, estos no pierden su carácter de “invención”, por ende también pueden ser desatendidos en la práctica.

Obama elogió a la gente que se juntó a celebrar el asesinato de Bin Laden. También dijo que desde ese día el mundo sería un lugar más seguro (aunque las medidas de seguridad de los aeropuertos así lo contradigan) y que los americanos deberían estar contentos. A veces la línea del tiempo de la historia se suspende y encontramos hoy lo que antes era la regla: la justicia como venganza (para una genealogía de la justicia, ver Foucault: la verdad y las formas jurídicas).

Quizás los estadounidenses sean más brutalmente honestos, ya sabemos que son bestias en más de un sentido de la palabra. Pienso en el pedido de justicia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, un pedido eterno sin un golpe (aunque Hebe lleve las bombas atadas a su cuerpo) y pienso también en todos los estadounidenses que deben sentir vergüenza por semejantes atrocidades. No olvidemos lo espurio del segundo mandato de Bush.

Y del mismo modo, nunca por conquistas internas, probablemente Obama haya conseguido en este acto su reelección, pero hay que avisarle que aunque no lo sepa, él ya está muerto.

Para cerrar, la canción más valiente de los últimos 20 años, obviamente de Neil Young, de su disco Living with war.




Let's impeach the President for lying
And misleading our country into war
Abusing all the power that we gave him
And shipping all our money out the door

Who's the man who hired all the criminals
The White House shadows who hide behind closed doors
They bend the facts to fit with their new stories
Of why we have to send our men to war

Let's impeach the President for spying
On citizens inside their own homes
Breaking every law in the country
By tapping our computers and telephones

What if Al Qaeda blew up the levees
Would New Orleans have been safer that way
Sheltered by our government's protection
Or was someone just not home that day?

Flip - Flop
Flip - Flop
Flip - Flop
Flip - Flop

Let's impeach the president for hijacking
Our religion and using it to get elected
Dividing our country into colors
And still leaving black people neglected

Thank god he's cracking down on steroids
Since he sold his old baseball team
There's lots of people looking at big trouble
But of course our president is clean.

Thank God
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