Viaje al fin de la noche
Suponemos que ha y un fin. Hacemos bien, porque lo hay (“hay término y hay tasa”). Quienes tengan la fortuna de tener un Dios que les brinde paz y respuestas, afortunados. Quienes no lo tenemos, también buscamos cosas en los pasillos de la noche. Ésta tiene una característica que provoca, que no es intrínseca y es que, suspendidos los mecanismos que se activan durante el día, los estímulos externos bajan y nuestras voces pasan al frente, de allí que la gente se suicide más los domingos, se deprima los días de lluvia y tenga pequeñas crisis cuando se corta la luz. Es prácticamente el equivalente a acostarte en el diván de una terapia, no tenés los gestos del otro para distraerte. Y más aun, la noche trae con un gancho, deja disponible a las horas cuando uno fue un niño y tuvo ese miedo literal a la oscuridad, a lo sobrenatural y al concepto de lo finito. Esas capas viven atemporalmente en el inconsciente, y eso lo descubrió el genio de Freud. Y ahí no hay causa biológica, ahí hay un entramado de palabras, deseo y objetos cuyo desanudamiento de fondo no se hace con pastillas. La gente sufre porque está viva, los muertos en cambio.
Lacan –para variar- invirtiendo la frase de Dostoievski de que si Dios no existe todo está permitido, entendió que si Dios no existe, todo está prohibido, ya que no hay una instancia que legisle y autorice a por ejemplo, gozar. Pero sólo traje a Dios de nuevo para molestarlo, sabemos que murió en el 9/11.
Me debato en lo que ahora se me aparecen como dos ideas contrapuestas que no encuentran su síntesis, ya que se me hace que hacia el fin de la noche no hay nada para compartir con los demás, pero a la vez después de un cierto recorrido y no para todos, se impone la experiencia de lo irreductible y lo inefable. Repito: se podrían pensar grados de acercamiento a lo que podría decirse en términos psicoanalíticos, la castración. Freud también la entendió como una roca imposible de franquear. Lacan fue más allá y la entendió como un monolito por el que hay que pasar. Poca gente puede, algunos pocos con análisis lo consiguen y pueden recorrer el camino con más luces sobre las piedras y jodiendo a menos gente con menos frecuencia.
Pero nunca quiero hablar específicamente de una cosa, el libro que da título a esta entrada no pude terminar de leerlo porque me aburrí. ¿Cuántas cosas dejamos por aburrimiento como si supiéramos que otra cosa mejor nos espera adelante? Lacan dijo que la muerte entra dentro del dominio de la fe, hacemos bien en creer que vamos a morir, porque desde allí encontramos las fuerzas para seguir, otra gran roca sólida desde donde tirar un ancla.
Me doy cuenta que finalmente llegué donde sabía dónde pero no cómo llegar: escribir sobre la maravillosa canción de Leonard Cohen, The Partisan, la escuché todos los días de la última semana, y lo que acabo de decir está en parte explicado en la canción:
“Oh, the wind, the wind is blowing,
through the graves the wind is blowing,
freedom soon will come;
then we'll come from the shadows.”
9 comentarios:
Pensaba en que no hay cosas que no terminan. No existen. Cuando uno empieza algo y lo deja inconcluso, hete aquí un final.
Cuántas cosas dejamos por aburrimiento como si supiéramos que otra cosa mejor nos espera adelante,
hay lis, como me dejaste pensando
Y justo hoy estaba leyendo a Seligman y lo q ha escrito sobre la psicología positiva.
Tony: aún en el gesto del desdén y el olvido, hay un boomerang esperando para regresar (te).
Me abstengo de comentar sobre la Psicología Positiva, podría hacer un post sobre eso.
no puedo creer que escribas sobre esto. justo ahora. (¡ese comienzo!).
y al pasar: qué fea la rima consonante del poema de borges tasa - casa
Post dificil, doloroso...desde el titulo, la foto y los versos de Cohen. Que habrá dicho Lacan de la vida si definió así a la muerte?. Pregunto por que no ando en esos temas. Habra post sobre Sábato, lo espero.
Every living creature on earth dies alone
hermoso Lis
impecable
v
El viejo Sábato no merece mi devoción, lamentablemente nunca pude disfrutarlo mucho, aunque “el túnel” es muy bueno. Vivió 99 años, eso ya es mucho decir.
Gracias v.
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