8 com

Trémulo de pavor, siéntete bravo


".Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra..."

"1964". Borges

Llega fin de año y con éste una especie de devoción por hacer balances/resúmenes del número que hemos transitado, una suerte de subibaja que le interesa mucho más que a los que hacen tiempo en sus trabajos, los que esperan para pagar en Edelap y a los supuestos participantes en estas contiendas.

Con el fin de año llega otra curiosa conducta: el optimismo por lo que vendrá. Hasta el más paria y más “evidentemente” derrotado en múltiples planos de su vida se ve tentado de sentir o verse forzado a compartir un sentimiento de optimismo y esperanza por los días venideros. Llega el año a sus últimas hojas y algunos mecanismos se ponen en acción para borrar lo malo y mirar hacia delante con prístinos ojos de buenaventura. Leonard Cohen por el contrario canta: “I´ve seen the future brother, it is murder” (The Future). Pero no es la regla. Es admirable presenciar en acción a aquellos incansables que creen spinetteamente que “mañana es mejor”.

En un capítulo de los Simpsons; cuando Marge logra superar un miedo a ya no recuerdo que; sale corriendo a gritárselo a la ciudad, pasa por el asilo de ancianos donde desde la vereda el abuelo Simpson la escucha decir que ya no tiene miedo y reflexiona: “eso porque no estás prestando atención”.

Hay cosas que es mejor no saber, sin dudas, lo podemos intentar pero sobre todo tenemos el inconsciente y la represión que nos salvan de que los días puedan ser aun más insoportables. No es pesimismo, no es cinismo, no es derrota. Tampoco es lo contrario, no hay muchos motivos para ser optimista. El amor de los amados debería bastar. El resto se (des) encaja como Tetris. Si este año no fue malo, que el próximo sea parecido.

¿Para qué escuchar de boca del delantero de Racing que el delantero de mi equipo no estaba roto sino que le había saltado el dóping ? No quiero saber, que el futuro como ingobernable que es, sorprenda con sus disyunciones y complejidades, ¿Qué es el confort y la seguridad cuando no hay nadie con quien hablar? Ayer escuchaba a Mercedes Sosa contar en una entrevista; el día que estuvo a punto de tirarse del piso 13 mientras escuchaba poseída Libertango (del genial Piazzolla, el Bielsa de los tangueros), privada en el exilio del contacto con su público y privada de su objeto más preciado, su voz. Cuenta que cuando –por ruego de su hijo- dejó de escuchar la canción, desistió de tirarse.

La metáfora del horizonte es la que sostiene al optimista -y al no tanto-, caminar aunque sabe que nunca llegará. No está mal, de hecho es la condición para seguir en la vida, pero hay un nosequé de credulidad dificil de asimilar.

Debe ser que el optimista no tiene pasta para la tragedia.


Read more »
5 com

3 preguntas a Freud


La entrevista fue realizada en 1926, aun le faltaban escribir algunas cosas muy importantes. Tenía una prótesis en su mandíbula ya que la había perdido por un cáncer que lo sometió a una veintena de operaciones.


"... detesto mi maxilar mecánico, porque la lucha con este aparato me consume mucha energía preciosa. Pero prefiero esto a no tener ningún maxilar. Aún así prefiero la existencia a la extinción. Tal vez los dioses sean gentiles con nosotros, tornandonos la vida más desagradable a medida que envejecemos. Por fin, la muerte nos parece menos intolerable que los fardos que cargamos.

¿Por qué debería yo esperar un tratamiento especial? La vejez, con sus arrugas, llega para todos. Yo no me revelo contra el orden universal. Finalmente, después de setenta años, tuve lo bastante para comer. Aprecié muchas cosas -en compañía de mi mujer, mis hijos- el calor del sol. Observé las plantas que crecen en primavera. De vez en cuando tuve una mano amiga para apretar. En otra ocasión encontré un ser humano que casi me comprendió. ¿Qué más puedo querer?

- ¿No significa nada el hecho de que su nombre va a perdurar?

Absolutamente nada, es lo mismo que perdure o que nada sea cierto. Estoy más bien preocupado por el destino de mis hijos. Espero que sus vidas no sean difíciles. No puedo ayudarlos mucho. La guerra practicamente liquidó mis posesiones, lo que había adquirido durante mi vida. Pero me puedo dar por satisfecho. El trabajo es mi fortuna.


[...]

- Bernard Shaw sustenta que vivimos muy poco. El encuentra que el hombre puede prolongar la vida si asi lo desea, llevando su voluntad a actuar sobre las fuerzas de la evolución. El cree que la humanidad puede recuperar la longevidad de los patriarcas.

Es posible que la muerte en sí no sea una necesidad biológica. Tal vez morimos porque deseamos morir. Asi como el amor o el odio por una persona viven en nuestro pecho al mismo tiempo, asi también toda la vida conjuga el deseo de la propia destrucción. Del mismo modo como un pequeño elástico tiende a asumir la forma original, así también toda materia viva, conciente o inconcientemente, busca readquirir la completa, la absoluta inercia de la existencia inorgánica. El impulso de vida o el impulso de muerte habitan lado a lado dentro nuestro. La muerte es la compañera del Amor. Ellos juntos rigen el mundo. Esto es lo que dice mi libro: "Más allá del principio del placer" En el comienzo del psicoanalisis se suponía que el Amor tenía toda la importancia. Ahora sabemos que la Muerte es igualmente importante. Biológicamente, todo ser vivo, no importa cuán intensamente la vida arda dentro de él, ansía el Nirvana, la cesación de la "fiebre llamada vivir". El deseo puede ser encubierto por digresiones, no obstante, el objetivo último de la vida es la propia extinción.

- Shaw, como usted, no desea vivir para siempre, pero a diferencia de usted, él considera al sexo carente de interés.

(Sonriendo) Shaw no comprende al sexo. El no tiene ni la más remota concepción del amor. No hay un verdadero caso amoroso en ninguna de sus piezas. El hace humoradas del amor de Julio César -tal vez la mayor pasión de la historia. Deliberadamente, tal vez maliciosamente, él despoja a Cleopatra de toda grandeza, relegándola a una simple e insignificante muchacha. La razón para la extraña actitud de Shaw frente al amor, por su negación del movil de todas las cosas humanas, que emanan de sus piezas el clamor universal, a pesar de su enorme alcance intelectual, es inherente a su psicología. En uno de sus prefacios, él mismo enfatiza el rasgo ascético de su temperamento. Yo puedo estar errado en muchas cosas, pero estoy seguro de que no erré al enfatizar la importancia del instinto sexual. Por ser tan fuerte, choca siempre con las convenciones y salvaguardas de la civilización. La humanidad, en una especie de autodefensa procura su propia importancia. Si usted raspa a un ruso, dice el proverbio, aparece el tártaro sobre la piel. Analice cualquier emoción humana, no importa cuán distante esté de la esfera de la sexualidad, y usted encontrará ese impulso primordial al cual la propia vida debe su perpetuidad.
Read more »
4 com

El "inocente" perseguido


Despues de leer las fuentes y sus comentadores decidí darme por vencido y aceptar que por el momento el tema me sobrepasa y no podría darle la claridad de exposición que quisiera –por puro placer mío-. Es tal la complejidad que sólo intentaré decir algo y ojalá se entienda. Como dice el tipo con el que estudio, la simpleza es algo a conquistar y a la que se llega después de mucho trajinar. Conocer la lógica que se agita detrás, ver algo de la Matrix.

Durante mucho tiempo me ha llamado la atención algo que he visto básicamente en mujeres, lo cual no quiere decir que sea exclusivo de ellas sino que constituye básicamente una posición subjetiva.

Como abrí el paraguas al principio, recurrí a un par de diccionarios de psicoanálisis y filosofía para tratar de ser lo más claro posible en lo que me interesa en cuestión, el “Alma bella”:


"Para Hegel, el Alma bella es una conciencia que «vive con ansia de empañar con la acción y con el ser la honestidad de su interior»; que al no querer renunciar a su refinada subjetividad se expresa sólo mediante palabras y que, si desea elegir, se pierde en absoluta inconsistencia. Goethe dedica el VI libro de Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister a la «confesión de un Alma bella», y la hacía hablar así: «Yo no recuerdo ninguna orden; nada se me aparece bajo figura de ley; es un impulso el que me guía, siempre justo; yo sigo libremente mis disposiciones y sé tan poco de limitaciones como de arrepentimientos.» El Alma bella es una de las figuras típicas del romanticismo: la encarnación de la moralidad, no como regla o deber, sino como efusión del corazón o del instinto. Scheler, aun dándose cuenta del decadentismo de esta noción romántica, cree, sin embargo, que «la antigua cuestión acerca de la relación entre el Alma bella que quiere el deber ser ideal y que lo realiza no como deber sino por inclinación, y el comportamiento ‘por deber’ al que Kant reduce todo valor moral, se resuelve en el sentido de que el Alma bella no sólo es de parecido valor, sino que tiene un valor superior» (Formalismus, p. 226). Pero en el uso contemporáneo la expresión ha adquirido un significado irónico y de burla, designando la actitud del que vive satisfecho con su propia y presunta perfección moral, ignorando o desconociendo los problemas efectivos, las dificultades y las luchas que dificultan el ejercicio de una actividad moral eficaz. Este viraje de apreciación se debe probablemente a Nietzsche, quien en su Genealogía de la moral (I, § 10) describió a los puros de corazón, a las Almas bellas que se envuelven poéticamente en sus virtudes, como «hombres del resentimiento» en quienes vive un subterráneo espíritu de venganza contra los que encarnan la riqueza y la potencia de la vida." (El de filosofía)



“El “alma bella” (en alemán, shöne Seele), o “bella alma”, es una etapa en la dialéctica de la autoconciencia que Hegel describe en la Fenomenología del Espíritu (Hegel, 1807). El alma bella proyecta su propio desorden sobre el mundo, e intenta curarlo imponiendo “la ley del corazón” a todos los demás. Para Lacan, el alma bella es una metáfora perfecta del yo; “El yo del hombre moderno... ha tomado su forma en la impasse dialéctica del alma bella que no reconoce su propia razón de ser en el desorden que denuncia en el mundo” (E, 70). De un modo más extremo, el alma bella también ilustra la estructura del desconocimiento paranoico (Ec, 172-3). (Dicc. Evans de psicoanálisis lacaniano)


Es popular la idea de que hacer o decir lo que uno siente es una actitud irreprochable con la nadie podría estar muy en desacuerdo. Los así llamados sentimientos gozan de buena reputación, de hecho quien no los mostrara lo suficiente o los utilizara según los cánones esperables por la sociedad –especialemente por algunas almas bellas- es pasible de ser tildado como un “desalmado”, de tener “hielo en las venas”, “miedo a mostrar sus sentimientos” y demás frases de dominio público. Estas afirmaciones presuponen la existencia de ellos y entonces habría algún tipo de tapón impidiendoles a tan nobles entelequias salir de alguien –sobre todo en forma de palabras (se ha patologizado con el nombre de "alexitimia")- y llegar al otro para bañarlo de vaya a saber uno que cosa.

Lacan llegó a decir que el único afecto que no engaña es la angustia. La angustia se presenta en el cuerpo: opresión en el pecho, taquicardia, sudoración, sensación de morirse, no poder respirar (el famoso ataque de pánico no es más que angustia descontrolándose), etc. La angustia nos revela nuestra posición de objeto ante otro del que no sabemos que lugar ocupamos en su deseo, qué quiere de nosotros, perdemos las coordenadas momentáneamente.

Entonces para aquella/os que tienen en tan alta estima sus sentimientos, sus afectos (para el lenguaje común es lo mismo), y que necesitan la demostración, la verbalización y la exaltación de ellos como buenos, puros y nobles, y crucifican a quienes se entienden con el mundo de otra manera, podría repensarse esa situación y ver si no hay más cosas en el menú.

¿Y si todo fuese una construcción que tuvo su origen en el exterior y lo que uno cree que es lo más íntimo de uno en realidad no lo conoce y no tan sólo eso, sino que es lo contrario? Adoro los bluffs.

El alma bella para Hegel no es un alma solidaria.

El alma bella denuncia lo que está mal en los otros pero no advirtiendo formar parte de ello que sucede. Así, en el historial sobre histeria de Freud (Dora), basta con tan sólo una pregunta por parte de él cuando le pregunta a Dora qué tiene que ver ella en todo lo que se queja para que se produzca lo que fue denominado por Lacan como “inversión dialéctica” y su posterior y consecuente primer “desarrollo de verdad”. Entonces el alma bella que estaba impoluta se da cuenta que sus pies también están en el barro y que hay algo de lo que no quiere hacerse responsable. Asi, las personas que no se reconocen en su queja y sufren porque los otros son insensibles e impíos, en realidad demuestran un no reconocimiento del otro como tal y a la vez, por qué no, cierta degradación y desprecio velado.

No mencioné nunca la palabra amor porque no se trata de eso, se trata una posición que está bien expandida entre la gente pero es una mascarada. Así van algunas almas bellas conociendo nuevas personas para que se amolden a sus condiciones pensando que esta vez no les pasará de nuevo, que no cometerán los errores de establecer demandas sin respuestas posibles; dándole a esa nueva relación un valor terapeútico-pedagógico, usando al otro como un lugar para probar que “la ley del corazón” vencerá, vencerá, vencerá.

Pero eso nada tiene que ver con el amor ya que el otro, sinceramente, no cuenta.
Read more »
8 com

La indignación prefabricada


Finalmente y como se preveía, aparecieron muertos los Pomar.

24 días después de su desaparición y de una tensión generada por los medios como hacía mucho no se veía, tuvieron su merecida recompensa. Una historia que incluyó videos del padre de la familia saludando a la cámara del peaje con un gesto equivocamente perturbador, sugerencias de que el padre los podría haber matado a todos, vecinos declarando que tenían problemas de familia, vecinos diciendo que eran gente normal, etc etc.

Nuevamente la cobertura periodistica del tema fue escalofriante, pero no por la crudeza de las imágenes –que no las mostraron sólo porque no las tenían- sino por el espíritu vindicativo de los periodistas, sus micrófonos acusadores yendo delante de su tan dudosa formación profesional –arriesgo a que la gran mayoría no conoce el significado de la palabra “deontología”- amparados en proclamarse una especie de médiums para que ese ente llamado “la gente” conozca lo que sucede, porque es la obligación y cualquiera que ratacee información es pasible de ser sospechoso-.

Stornelli fue hasta el lugar a poner la cara y hacer gimnasia verbal en cosas que realmente no interesan más que a la gilada. Si como parece que sucedió murieron en un accidente, seguramente fue en el acto, entonces todo lo escrito y hablado es polvo, si los hubiesen encontrado hace 23 días iba a ser lo mismo, pasa que cuando mueren personas jóvenes –y si son caucásicas, mejor- hay una sensación de absurdo importante y dificil de tolerar. Pero quizás se trate de algo muy humano de no poder aceptar ciertas cosas, como lo imprevisible. Un día vas manejando en tu auto, hacés una mala maniobra y chau. Es absurdo, si, pero es. Y tratar de buscar respuestas puede llevar a lugares insospechados, buscar responsabilidades en los otros, en una autoridad, un paternalismo que está en la base del desarrollo cognitivo pero que hay que superar.

Es gracioso escuchar la indignación prefabricada de los periodistas, personas que nunca tienen nada que perder porque se posicionan en un lugar de querellantes, especie de alma bella (ya hablaré sobre esto) que se indignan porque hay gente que no reconoce errores en la investigacion, acusan a otros por el estado de la ruta, si esa zona no tendría que estar sin yuyos, entre expresiones como “prima facie”, “a priori” (que nadie lo usa bien) para luego volver a sus casas para ponerse la cremita anti age.

Muchos de los que leen mis peroratas son periodistas y gozan de mi simpatía y amistad –supongo- y por suerte no se dedican a estas cosas, son nobles y honestos en lo que hacen, aunque outsiders de las grandes ruedas y cocinas mediáticas. Pero qué bajo está el nivel en la mass media. Obviamente hay excepciones - Arlt hubo uno sólo- pero no son las que me interesan ahora. La imagen de un grupo de cuervos –los noteros- en un árbol esperando el cadáver para llevarle a los pequeñines –los del estudio- se me hace simpática.

Si fue un accidente y sólo eso (escribo esto a horas de conocerse el hecho), ¡que importa todo lo demás! ¿Qué importa un rastrillaje si un auto volcó y se metió en una zona inaccesible? Todo lo demás no hace más que desnudar la lógica periodistica, su ética de barrilete y su más profunda ideologización, que como el Diablo, hace su mejor truco al hacernos creer que no existe.

Si tan sólo reconocieran (mos) que las cosas son más Maquiavelo y menos Rousseau todo sería más corto y menos vergonzoso.
Read more »
7 com

Más allá la inundación


“pesadumbre de barrios que han cambiado”

Sur
Homero Manzi


Hace unos días se cumplieron 30 años de la demolición del estadio de San Lorenzo; que estaba ubicado en Av. La Plata entre Inclán y Las Casas en el barrio de Boedo, al sur de Almagro. El estadio se comenzó a construir en 1916 y lo terminaron en 1929. Su capacidad era para 75 mil personas, estaba hecho todo de madera y hierros y era conocido como el “Wembley porteño”. Dicen algunos historiadores que la dictadura militar decidió ocultar la zona obrera de Buenos Aires para la prensa extranjera (¿no les resuena la misma lógica con los que se indignaron con las frases de Maradona y el que dirían en el exterior?) decidiendo no invertir en mejorarlo, sino en construir nuevos estadios en zonas sin tanta tradición fútbolera como Mendoza o remodelando otros existentes en ciudades importantes del país, pero haciendo foco en el estadio de River. Así, el Brigadier Cacciatore; intendente de aquella época barrió con la villa de Bajo Belgrano y mejoró el estadio dejándolo impecable (dato curioso: para fines de los 50s tenía una capacidad para ¡135 mil personas!).

El Viejo Gasómetro siguió su derrotero: alegando reordenamiento urbano, construcción de calles y viviendas, prohibiendo la instalacion de un supermercado, se constituyó una sociedad fantasma que pagó a San Lorenzo 900 mil dólares por todos sus terrenos. En 1982 se anuló esa resolución y la sociedad fantasma vendió a Carrefour los terrenos en 8 millones de dólares. San Lorenzo descendió y estuvo 14 años sin estadio propio.

No soy hincha de San Lorenzo, de hecho no me caen simpáticos –como la mayoría de los clubes que no son el mío- pero la historia tiene un romanticismo con el cual si me puedo conectar. Con motivo de este aniversario, hace poco entrevistaron a José Sanfilippo, goleador histórico de SL (¡207 goles en 265 partidos!) pero también conocido por sus incursiones mediáticas desde el programa de Neustadt produciendo un gran momento televisivo hasta decir que el segundo gol de Maradona a los ingleses fue en contra.

Pero con motivo de este recordatorio, este detestable personaje contó que cada vez que pasa por Av. La Plata entre Inclán y Las Casas mira para la tribuna y todavía siente el griterío de la gente. Cuando lo contaba no podía más que emocionarme con él, un sujeto que siempre que lo veo cambio de canal, pero ahí estábamos los dos, él haciendo su gesto llevando la mano cerca de su oído dibujando círculos en el aire, llenándosele los ojos de lágrimas. Luego dijo que su mujer suele hacer las compras en el supermercado que está allí ahora pero que él o bien se queda esperando en la vereda de enfrente o en el auto. Contó que una de las primeras veces que se quedó en el estacionamiento dentro de su auto, su mujer volvió y lo encontró con la cabeza gacha, con aire ausente y le preguntó que le pasaba. El dijo que estaban estacionados sobre el área grande de la cancha, que sobre ese césped había pasado 20 años de su vida, que ahí estaba el arco que daba a Av. La Plata


“La esquina del herrero, barro y pampa, tu casa, tu vereda y el zanjón, y un perfume de yuyos y de alfalfa que me llena de nuevo el corazón…”




Read more »
7 com

Campañas de ley y orden



Esta entrada será una gran cita, ya que si yo quisiera comentarla la haría redundante y le quitaría la fuerza y claridad que tiene. Las citas son de un libro llamado “En busca de las penas perdidas” (1998) de Eugenio Zaffaroni, actual ministro de la Corte Suprema de la Nación, cuya lectura es una herramienta muy útil para pensar la realidad del sistema penal latinoamericano –su inutilidad-, la inutilidad de las penas, la justicia como venganza y el papel que juegan los medios de comunicación en todo esto. Ayuda a no caer en la trampa de tocar de oído.

Antes del gran Eugenio –que pagó su enciclopedismo con una decena de tics- leamos un par de declaraciones de nuestros alunados representantes de la farándula, tremendos hijos de puta:

"La Su": "Estoy harta de escuchar 'no repriman'. Si no se reprime, es un caos. Andá a cortar la 5ta Avenida en Nueva York o Le Champs Elisée en París, viene un camión de agua y te barre".

"No se puede tomar un país, no se pueden cortar las calles. El derecho de los demás termina cuando empieza el del otro. La gente llega tarde al laburo, se pone nerviosa, todo aumenta, no les alcanza la guita, es un caos, esto es un caos y hay que terminarlo".

"No sé lo que pasa, no sé cómo se puede solucionar pero hay que ser más sensible, más patriota, necesitamos patriotas, necesitamos 'Favaloros'".


Marcelo Hugo:

"Que haga alguien algo para que no tengamos que tener un muerto por día, dos, tres, diez y nos acostumbremos".

"La Argentina está muy violenta. Ayer veía un noticiero en los Estados Unidos donde nos trataban como la nueva Colombia y la verdad que uno empieza a darse cuenta que estando metido acá adentro no lo vive de esa manera, más allá de que está viendo las cosas que están pasando, porque realmente es impresionante".

Esto no es nuevo, sólo es mucho más transparente. Quizás en otra entrada complete algunas citas de Zaffaroni, ahora no porque se haría muy largo.


Dice Zaffaroni:

"3. El poder configurador de los sistemas penales latinoamericanos.

Hemos visto que el verdadero ejercicio de poder de un sistema penal no es el negativo o represivo, sino el positivo o configurador. Este ejercicio de poder en nuestro margen es enorme. Las agencias no judiciales de nuestros sistemas penales se hallan militarizadas y la burocratización de las agencias judiciales permite que operen con entera discrecionalidad.

Por regla general, las agencias judiciales prefieren no tener conflictos con las no judiciales, dado que las reconocen más poderosas. Además, esos conflictos implican, por regla general, enfrentamientos con otros sectores –particularmente con el político- que las agencias judiciales prefieren evitar. En consecuencia, las agencias no judiciales de los sistemas penales latinoamericanos tienen poderes para imponer penas, violar domicilios y secretos de comunicaciones, requerir documentación identificatoria los habitantes, expedir esa documentación (y marcarla cuando les conviene o negarla), privar de libertad a cualquier persona sin cargo ni sospecha alguna, realizar actos instructorios que la burocracia judicial le deja por menor esfuerzo, hacer "redadas", clausurar locales públicos, censurar espectáculos, fichar a la población, etc. No hay control militarizado más poderoso y formidable que el ejercido por estas agencias, al margen de cualquier control de la agencia judicial e incluso con su beneplácito.

En cuanto las agencias no judiciales ven que su poder va menguando o perciben esta amenaza al mismo, por alguna reforma o tentativa de reforma legal o jurisprudencial, inmediatamente
el aparato de propaganda del sistema penal –los medíos masivos- desatan una campaña de "ley y orden". Cuyo objetivo no es otro que el de atemorizar a la población y provocar un reclamo público que ponga sitio a las agencias política o judicial y detenga la amenaza para su poder (entiéndase siempre por tal la capacidad para obtener ingresos ilícitos).

La agencia no judicial contribuye a esto con una suerte de "trabajo a reglamento" en cuanto a la protección de la propiedad y con un mayor número de muertos por su violencia, cuyos cadáveres muestra a través de los medios masivos, como prueba de su eficacia (estas muertes generan una espiral violenta. cuando el infractor sabe que ser sorprendido por las agencias ejecutivas no significa la pérdida de la libeitad, sino de la vida).

La burocracia judicial suele responder plegándose a la campaña, imponiendo penas "ejemplarizantes", usando expresiones moralizadoras en las sentencias que dan a publicidad
e incluso procurando notoriedad pública con declaraciones autoritarias que frecuentemente contradicen las más elementales reglas del discurso jurídico convencional, a lo que contribuye
su bajo nivel técnico e informativo. Las agencias aprovechan estas oportunidades para requerir más vehículos, medios, personal y armas, todo lo cual suele ser concedido por las amedrentadas agencias políticas, que se ven amenazadas en su clientela electoral por la campaña de ley y orden, a la que no saben cómo responder; casi todos los políticos latinoamericanos han estado presos, exiliados o han sido torturados, pero sin embargo no demuestran la menor comprensión del poder y del peligro que representan estas agencias y de la urgente necesidad de controlarlo. Prefieren evadirse del problema mediante la falsa ilusión de la posibilidad de manejar ese poder y de ponerlo a su servicio: esta ilusión perdura hasta que otra alternativa les devuelve el carácter de víctimas de ese poder.

En otros casos se deciden a enfrentarlo sin medir adecuadamente sus fuerzas y se precipitan produciendo reacciones defensivas del poder de los sistemas penales que luego no saben cómo enfrentar. Estas tentativas carentes de tácticas
suelen ser políticamente suicidas y su lamentable resultado final puede ser una mayor represivización y la generalización de una sensación de impotencia, en tanto que el poder de las agencias no judiciales sale reforzado y la actitud burocrática judicial premiada."


Y para cerrar, en brutal oposición a tamaña lucidez, veremos un sentido reclamo de recién llegada al país del tótem que trae "suerte".

Read more »
12 com

Amigo piedra


Ya pasaron cinco años pero puedo sentir el demencial frío que viví como si hubiese sido hace un rato. Me habían regalado la entrada para los Chemical Brothers que tocaban en la Costanera de Capital. Ella estaba presente cuando me la regalaron y obviamente quiso ir –ella tiene esa cosa de infante que ve y quiere y el no no es una respuesta posible-. Empezamos a planear la ida como si nunca hubiésemos ido a un recital, nos retroalimentábamos como si fuésemos a ver los Beatles.

Lejos de eso, el plan previo era lo que nos entusiasmaba, ella –aunque cada vez menos- suele verse invadida por un furor ingobernable con el que logra movilizar a medio mundo para que se haga su ley –yo lo manejo bastante bien y por ende es con el que más se pelea-.

Ese día arrancó temprano, yo tenía las llaves del departamento de un amigo donde podíamos hacer la previa, y así fue, nos tomamos no se cuántas latas de Speed, salimos con tiempo porque teníamos que pasar a buscar su entrada por no se dónde. Cada algunos minutos; en la calle ella quería correr así que corríamos, a veces saltábamos enlazados nuestros brazos como Heidi, bamboleándonos en un paso que no se me ocurre cómo describirlo de otra manera. La gente miraba pero estábamos tan excitados que poco importaba hacer el ridículo.

Buscamos su entrada, le preguntábamos al chico de Capital que bondi teníamos que tomarnos para ir, nos dijo uno y fuimos a esperarlo. Yo decía que teníamos que pararnos de un lado de la vereda y ella de la otra. Discutimos. Yo le dije que esa no era la vereda sino la del frente, pero no hubo caso. Subimos. Ya habían pasado como 20 minutos de viaje y yo me daba cuenta que ciertamente no íbamos para el lado correcto. La mandé a que le preguntara al colectivero. “Yo termino en Lanús” dijo. La puta madre. Nos bajamos. El acelere se mezclaba con las puteadas, las risas y el lamento por haber perdido tiempo y las amenazas de que si llegábamos tarde era su culpa.

Nos tomamos el bondi correcto, la noche se había cerrado y se venía la lluvia, ya hacía mucho calor. En mi manía de no estar nunca muy abrigado para no cargar el abrigo en mi mano; estaba con una remera manga larga nada más, ella ya no recuerdo.

Llegamos. Corrimos. Nos ubicamos bien adelante. Empezó el show y entre la masa pensábamos que nos íbamos a morir ahogados de calor y cinismo. Por suerte al segundo tema se largó a llover de manera obscena, como si el cielo se hubiese partido. Eso nos trajo alivio, tanto alivio en medio del bienestar y las buenas canciones ella consiguió un novio parecido al ex.

Terminaron y no tocaron el hit de aquél momento, la gente se fue corriendo a guarecerse, otra salió del predio como pudo y muchos otros se tiraban de cabeza por una lomita que tenía el predio.

[Escena perdida]

Salimos absolutamente mojados, cuando digo absolutamente es literal, no había parte alguna sin agua, el viento de la costa soplaba intensamente, la temperatura había bajado mucho y esa combinación nos sumergía en un frio escandaloso. Ella seguía con su acelere y una alegría desbordante fuera de contexto. Mi felicidad ya había pasado y sólo me preocupaba que en la misma parada del bondi había 200 personas más que no nos dejarían subir nunca.

Éste era el tenor (reconstrucción) de nuestras conversaciones, entre alguien que sabe que están cayendo bombas y dice de ir al refugio subterráneo y alguien que dice que la guerra es mala.


-¿De qué te reís? ¿Sos idiota?

-(risas)

-¡Me muero de frío! (mientras trataba de despegar la remera de mi cuerpo y cada tanto me reía internamente)

-(risas)

-¡Es el mejor y el peor día de mi vida! (risas)

-(risas)

-¡Vamos a saltar la reja de Aeroparque así nos llevan preso y al menos nos sacan de nuestra miseria!

-(risas) ¡Pará de quejarte, yo no se si se me desbordó el tampón o que!


Reímos mucho, decidimos ir a hacer la cola para los taxis, cola que hicimos más de una hora, donde a ella le cayó la ficha de lo que estábamos pasando y empezó a sufrir a mi par, momento en que ambos ya estábamos regalados a la buena del azar. Para colmo no teníamos mucha plata y nos íbamos a dormir a la casa del amigo que vivía por Congreso. Tomamos el taxi, llegamos, nos ayudamos a sacarnos la ropa, tomamos un té envueltos en frazadas, el amigo Nestor había dejado las camas hechas. No tardamos mucho en dormirnos.

Cuando me desperté a la mañana ella estaba sentada en la cama con una minúscula remera verde con dibujos animados sobre ella y una gran sonrisa.

-¿Ya lo podés creer? –me preguntó.

Yo tenía un intenso dolor en el gemelo de mi pierna derecha, una contractura tremenda y le dije: (luego se lo adjudiqué a los salto Heidi style)

-Me lesioné durmiendo.

Reímos.
Read more »
7 com

Encerrado afuera


No encuentro mejor expresión que esa para definir la situación de quedarme afuera de mi casa sin las llaves. Un oxímoron no puede explicarse, al igual que un chiste, si lo hacemos pierde su fuerza. Tenía el tiempo justo para pasar a comprarle un regalo a mi hermana por todos los favores que me había hecho y llegar a la terminal a horario para tomarme el micro y no llegar tarde a ese lugar al que no se puede llegar tarde.

Tenía otras llaves además de las mías en mi casa –las de otra- y eso desató la pequeña desgracia. Ese puñado de bronce es idéntico al mío en cantidad de llaves y en que no tienen llavero.

Salí del departamento y cuando quise abrir la puerta que da a la calle noté que había agarrado las llaves equivocadas. Maldije. Probé con esas sin suerte. Intenté abrirla con una tarjeta – ¡como había podido en otra puerta! pero obviamente no abrió. El tiempo me corría. Llamé al encargado, no atendía. Se me ocurrió pedirle a mi vecina que me dejara pasar a su patio y desde ahí saltar al mío para ver si por esas casualidades desde la ventana podía ver las llaves sobre la mesa. Me atendió y me dejó pasar incluso sin reconocerme del todo. Tardó un minuto en darse cuenta que era su vecino, su octogenario marido me trataba de usted –ella no-. Ella fue muy amable y me puso una silla para que pudiera saltar. Me sentí un niño trepando paredones y saltando entre hierros, cables, muebles y abriendo ventanas. Esa agilidad de trepar árboles no se olvida con facilidad.

No hubo suerte, no veía la llave por ningún lado y la señora desde el otro lado me hablaba sin cesar y yo no quería dejar de responderle, pero no le entendía que me decía. Desistí y volví a saltar el paredón. La mujer me decía que ya mis hermanos y mi padre ya habían saltado el paredón una vez cuando yo no estaba para hacer no se que cosa. Estaba equivocada, a la tercera vez que lo recordó le dije que yo era un inquilino, que no tenía nada que ver con los dueños. Salí agradecido y con los pantalones manchados, en Recoleta me esperaba un tipo que se viste con chaleco todos los días.

Salí decidido a hacerme robar por un cerrajero para que abriera mi puerta, pero por suerte encontré al encargado amigo. Le conté lo que había pasado y que era la primera vez en tres años que me sucedía. Se acercó y con un destornillador la abrió en menos de un minuto. Incrédulo le dije que qué fácil había sido y que muchas gracias, el contestó que no siempre había sido encargado y que me convenía estar en buenos términos con él. Reímos y me pidió como devolución de favores cambio en monedas para el colectivo.

Ya dentro de casa las llaves seguían sin aparecer. Mientras había estado afuera me había fijado en mis bolsillos para ver si no las tenía, en el bolso, nuevamente en los bolsillos y estaba convencido de que estaban en el interior del departamento, pero yo estaba ahí y seguían sin aparecer y tenía cosas por hacer y cada vez menos tiempo. Fui a la habitación, volví y nada. Volví a revisarme los bolsillos y por primera vez sentí un bultito en el bolsillo trasero, detrás de la billetera. Ahí estaban, habían estado todo el tiempo en mi periplo de búsqueda y yo sin notarlo.

Me sentí bastante idiota y salí apurado, alcancé a contarle al encargado y éste rió junto al del edificio de junto. Finalmente pude comprar el regalo y llegué exactamente al límite de la hora que podía llegar a ese piso de Recoleta.

Ahora bien, esto me hizo pensar un rato. Por un lado está mi “olvido” de las llaves, durante un tiempo las pensé encerradas dentro de mi casa, aunque no estuvieran. Por el otro, yo nunca las olvido ni las pongo en el bolsillo trasero, pero hubo algo que actuó como una disrupción y generó el “olvido”, y yo digo que eso mismo tiene ni más ni menos que la estructura de un lapsus, es decir, una formación del inconsciente, y una radical experiencia del mismo, es decir: no saber que lo que sabemos. Y ya siguiendo a Lacan, cuando rodeado de estudiantes de Filosofía le preguntaron por la ontología del inconsciente, si éste era del orden del ser o del no ser, el muy pícaro dijo que era del orden de lo no realizado.

Y para Lacan el inconsciente no tiene ninguna profundidad, está en la superficie y aparece en los huecos, en las irrupciones del discurso o en por ejemplo un olvido, el inconsciente es pulsátil, se abre, se cierra y no pide permiso.

Dejo para mi las múltiples cadenas asociativas que luego pude darme cuenta que convergen en esas llaves, en esas puertas, en esos días, en esos viajes, en esas terminales, en el conjuro sutil de sus manos.



Read more »
8 com

Un elefante se balanceaba


No tenía consigna, sólo una breve indicación de que tenía que hacer un trabajo que diera cuenta de mi paso por el hospital, por aquel Servicio donde me empapé –quizás no sea la mejor elección de palabra- tanto de términos ginecológicos, obstétricos, nutricionales para finalmente poner los pies en el balde que más me interesaba.

El trabajo era parte del cierre formal para tener la papeleta que diera cuenta de mis meses ahí dentro. Tenía que presentarlo y defenderlo. Dos días antes me llama mi tutora pidiéndome que cambie los verbos y los pase a condicional, que edulcore un poco el tono de mis palabras. Lo revisé y tenía razón, había cosas que no hacían al caso y que deberían aparecer como hipótesis, pero ese pedido político de edición me dejó un poco preocupado y esa noche dormí bastante mal.

Lo retoqué, lo bañé con condicionales, fui más condescendiente y lo envié. Mi tutora me dio el visto bueno. Ayer me presenté ante un grupo de 5 médicos que ya habían leído mi trabajo –con las reformas- y que antes solían sonreírme el 80% del tiempo que me miraban. Bueno, sus caras estaban cambiadas y se parecían más a profesores tomándole examen a alguien que sabían que no podían desaprobar aunque quisieran.

Dije que iba dejar las cuestiones personales hacia el final de la exposición y me centraría en el trabajo que había hecho, que constaba en algunas generalidades sobre el trato con adolescentes, sus características, su particular uso del tiempo y luego me centraría en dos puntos que había notado que quizás no funcionaban bien en esos consultorios y en ese trabajo interdisciplinario. “Hipótesis” dije varias veces abriendo el paraguas.

Bueno, hubiese necesitado uno antibalas, porque eso fue lo más leve con lo que me tiraron. Me atacaron con una vehemencia inusitada, como si hubiese tocado una fibra que se pensaba a resguardo y en secreto. En vano traté de explicarme que no se trataban de cuestiones personales, mientras la psicóloga amiga me tiraba sogas todo el tiempo pero no me hundía ni un poco, seguía firme en lo que había dicho, no porque tuviese razón sino porque ellas no me podían escuchar. No me interesa tener una razón o defenderla, casi siempre creo que estoy equivocado, pero verlas tan agresivas sólo me serenaba más y más.

La que primero se retiró me dijo que no nos íbamos a ver más, antes me había dicho que a la nueva rotante la sentía como parte de la familia –en cambio a mi no- y pidió que le explicara por mail porque no había entendido a qué me refería cuando hablaba de los riesgos que acarrea la psicologización de los términos psicológicos, su conversión en vulgata y demás. Me saludó de lejos.

La jefa se quedó para seguir increpándome. Atrás habían quedado las promesas del Hospital de Clínicas con sus amigos y mi referencia a que saber sobre HPB, flujo y demás cuestiones podían ser deserotizantes, que era como saber con qué está hecha la Coca Cola –hasta ahí era adorable-.

Ahora estaba literalmente contra una pared debajo de unos dibujos de estrellas con puntas que un paciente psicótico había hecho y pegado entre frases escritas por él como “una mujer es como una flor, perfuma cada lugar donde va” y unos semi círculos muy lindos.

No podía o no quería entenderme. Alguna gente alrededor se angustiaba ante la situación, la Jefa estaba en la postura: “yo te di un lugar y mirá lo que estás haciendo”. De un momento a otro comenzó a contar una historia acerca de unos pacientes y la conversación derivó en otras cuestiones hasta que la pasaron a buscar y con un indeciso “nos vemos alguna otra vez” se despidió. No me dejó decir todo lo bueno que había visto en esos meses – sólo con cuentagotas lo había filtrado un poco-.

Los que allí quedaron resoplaron aliviados porque el momento se había terminado. Yo no había sufrido más que la impotencia de la incomprensión y la dificultad de la interdisciplina en vivo.

Atrás habían quedado los intentos por decir que una mirada lasciva no es abuso y que no hay que derivar a Psicología porque alguien está triste o angustiado. No necesariamente.

La psicóloga me preguntó “¿Cómo te vas?” y yo como el psicótico de la entrada de Mr. Pink le dije: “en bondi”.
Read more »
5 com

Llévame a ver un tren


En otra entrada me referí a la metáfora del río en las canciones. Ahora me detengo brevemente en la del tren.

Es domingo por la tarde y si pienso en canciones con trenes irremediablemente me voy a Estados Unidos a buscarlas, una nación que necesitó de ellos para comunicarse –sobre todo- a lo ancho, tan vasta como desierta y ajena, de la que nos hemos dado una idea por las películas y las canciones de sus grandes artistas.

Johnny Cash tiene al menos 5 canciones donde la palabra “train” está contenida en el título, y muchas otras donde está en el cuerpo de los versos. No sólo la imagen de un tren es bella en si misma, sino todo lo que él implica: un viaje a algún lugar, alguien que posiblemente espera, y la incertidumbre de la espera de que viaja. Pero más allá de eso, la palabra tren en inglés presenta una bondad para la rima de la que adolece en castellano. Por ese mismo motivo obviaré traducir las canciones.

Hay 3 sobre trenes –en apariencia- que me encantan, tres grandísimas canciones. La primera como no podía ser de otra manera es Train of love del one & only Johnny Cash. Para graficarla, elegí una versión que hace Bob Dylan para un homenaje a Johnny donde en su introducción dice que cantará “una de tus canciones sobre trenes, solía cantar esta canción incluso antes de haber escrito una”.

La segunda es Born on a train de los fantásticos Magnetic Fields, probablemente una de las bandas con mayor vuelo poético de las que haya escuchado sacando de esta hipérbole a los monstruos mundiales como por ejemplo Leonard Cohen.

Y por último "I often dream of trains" del bueno de Robyn Hitchcock, un cantautor ingles de culto de mediados de los 70s que se inscribe –o lo inscribo- dentro de la monotemática línea que me gusta tanto.

Las tres canciones hablan de una “baby”, y no sólo por la bondad de la rima. El tren es una plegaria y una promesa, un vehículo que a diferencia del río siempre va por el mismo camino, nada socava las vías del tren y en cada partida y en cada destino hay alguien que sabe que ese tren no se detendrá y llegará. Sin dudas es el medio de transporte más romántico, más melancólico y más bastardeado, nos damos cuenta con tan sólo con mirar las bellas estaciones. Casi como el amor.




"train of love's a-leavin', leavin' my heart grievin'
but early or late, I sit and wait, because I'm still believin'
we'll walk away together, though I may wait forever
every so often everybody's baby gets the urge to roam
but everybody's baby but mine's comin' home"


Bob Dylan - Train of Love 1999 J Cash Tribute Concert

Kern ( I Want to Be Dylan ) Little | Video de MySpace





"But I've been makin' promises I know I'll never keep.
one of these days I'm gonna leave you in your sleep.
i have to go when the whistle blows-
the whistle knows my name.
baby, I was born on a train..."






"I often dream of trains when I'm with you
i wonder if you dream about them too
maybe we'll meet one night
out in the corridor
i'm waiting for
You baby"


Read more »
6 com

Todos tus olvidos


“Soy todos tus olvidos y de todos tus olvidos aparece mi alimento”
Miguel Abuelo


Sólo un canalla generaliza sobre las mujeres. El tra(zo)to se afina con el roce y casi no hay garantías para prever por dónde saldrá el tiro. Cuando uno cree haber conocido a alguien, siempre habrá un momento donde los papeles volarán y cual Marilyn Monroe; habrá que sostenerse contra el aire que empuja y amenaza con dejarnos desnudos. Algo tan incorpóreo como el aire, una palabra o una mirada pueden dejarnos así.

Recuerdo la noche que me di cuenta que ella había dejado de mirar hacia mi lado y se dirigía hacia cualquier otro (claro que para ella nunca sería uno cualquiera, todas sus elecciones tienen un camino bien arbolado). Sin embargo; no quise saber. Como canta Pablo Krantz en una de sus más bellas canciones titulada “El abominable hombre de cristal”, yo volvía a basar mis esperanzas en excursiones a su cama. Pero no sólo era su cama sino que eran sus días, sus mañanas, sus fobias y su instrumento, la forma de batir el café y sus manos de harina, el oleaje de su vientre contra mi pelvis y una sonrisa desmayada que resumía la filogénesis de la especie.

Puede llevar años darse cuenta que el tres no está contenido en el dos y que multiplicar por cero da siempre cero. Pero un día, sin saber bien cómo, el nudo se deshace y uno se encuentra un poco absorto, ridículo y avejentado. El tiempo asesino ha seguido su curso y uno tiene más marcas a las que darle sentido. Y es esa incesante autoconstrucción del yo por el yo donde la verdad individual se estructura como una ficción, así que bien puede ser cualquiera. Está hecha de lo que nos contaron, nos impusieron, nos violentaron, en definitiva lo que uno hace con lo que han hecho de uno.

Yo sabía que esa iba a ser la última noche en su casa. Un rato antes me había enterado que estaba de festejo por una fecha que de haberlo sabido me hubiese evitado ir hasta allá, el morbo no está entre mis líneas preferidas. Como ya estaba clareando esperé el Este un rato sin suerte -el color mostaza no me simpatiza- así que tomé un taxi. Me dormí sucio de placer y despedida.
Sólo sucedió. Es absurdo, es el mito de Sísifo, llevar la piedra (como los Magios) hasta arriba sólo para que caiga y la volvamos a subir. Lacan, no tan crípticamente dijo que sólo hay causa de lo que cojea, es decir de lo que no anda bien. Pero eso que lo haga mi biógrafo.

Simplemente ya no importa y no se siente nada, tampoco tiene mucho sentido. Atrás quedaron las cientos de páginas que escribí y le mandé por mail, por correo y le leí con distintos tonos de voces. Ignoro su destino y eso me reconforta. Simplemente a veces no se puede, no hay mayor lección, es tan sencillo que solemos negarlo, no hay nada más fuerte que un “no”.

No hay dónde terminar, que decir o cómo saber cuáles serán las consecuencias. Un día me senté atrás de ella en la facultad y le hablé. Años después ella trataba de disimular su llanto en mi cama. Visto de cerca no tiene sentido. Cursé una materia no obligatoria que casi no apruebo sólo para verla recuperar su aliento en el tercer piso.

Hoy no puedo evocar deliberadamente casi ningún recuerdo, la desmemoria no es para nada lo mismo que la represión o el olvido. Como dije en otro lugar –pero lo dijo Borges antes en un poema- de alguien sin saberlo ya nos hemos despedido para siempre, entonces dejemos que el titiritero artrósico haga de las suyas y que en la danza del ballet cósmico las calles se bifurquen a favor de la ironía.
Read more »
9 com

Barro es mi profesión y mi destino


“´You´ve been in the house too long´ she said, and I naturally fled”
The Smiths


Retirarse a tiempo. Irse de los lugares y de las personas en el momento indicado es algo muy difícil pero no imposible, si uno ha prestado un poco de atención a las cosas y a sus derrotas es probable que tenga más chances de prever o hasta de adelantarse al crack del que no se puede volver.

Mientras los ejemplos se me caen de las manos y no podré abarcarlos todos, me preguntaba por qué me puse a pensar en esto. Resolví que lo más sencillo era lo siguiente: ayer en la cancha de Huracán pude ver por primera vez en vivo la tribuna que lleva el nombre del querido Ringo Bonavena. Hoy cuando escuché que Baldomir –ex campeón mundial a los 34 años- va a volver a pelear pensé en todos aquellos grandes boxeadores –no es el caso del Tata- que no pudieron retirarse a tiempo.

El boxeo, no sólo en Argentina sino en todo el mundo tiene sus orígenes en los barrios más pobres de las ciudades. Las biografías de los boxeadores suelen estar marcadas por estos orígenes humildes desprovistos de las condiciones que uno podría suponer básicas para que una persona puede preocuparse por otras cosas que no sea comer. A Martillo Roldán lo descubrieron en Freire, un pueblito de Córdoba donde era la sensación del pueblo porque peleaba contra un oso en un circo. Como esos ejemplos hay muchos.

No hay mucha diferencia entre un escritor y un boxeador, ambos se ganan la vida con sus manos, aunque el boxeador es mucho más sagaz y veloz. El boxeo no es más que una transformación de las milenarias peleas que se podían ver por ejemplo en Roma. Quien no lo considere un deporte allá el, pero si nos ponemos formalistas, reúne todas las condiciones para ser uno como lo es canotaje.

Volviendo, si algo no saben la mayoría de estos muchachos es retirarse a tiempo. Aquí es donde se hace más evidente que lo difícil es mantenerse en la cima del deporte por mucho tiempo. Junto a la fama en el boxeo vienen las mujeres, los excesos y las proposiciones de todo tipo.

A pesar de que para ser top mundial en cualquier deporte es indispensable ser súper profesional, el boxeo sigue siendo un poco más laxo que otros ámbitos Me animo a decir que este mismo profesionalismo le ha quitado al boxeo un poco de mística. Sumado a eso, ya no existen ni tantos ni tan buenos boxeadores como había antes.

"Manos de piedra” –si, es así- Durán fue un grandísimo campeón que peleó casi hasta los 45 años. Holyfield hasta los 45, Foreman lo hizo hasta los 50. Ray Sugar Leonard otro tanto. Tyson creo que ya tiene 40 y sigue dando pena.

Todos fueron grandísimos campeones, de los mejores de todos los tiempos y no es que no supieron cuando irse, no pudieron. Y es comprensible, porque ¿qué hacer después de haber sido el mejor del mundo en algo algunos años? Entonces Ringo terminó muerto de un escopetazo en el pecho en un burdel yanqui, Gatica atropellado por un colectivo, Monzón mató a su mujer y después se mató en un accidente de auto...

Algunos finales dan tristeza, otros se los veía venir, pero al igual que en el tema Maradona; nadie que los conozca un poco se puede sorprender. En general las críticas suelen ser prejuicios de clase. Ayer en Parque Patricios me lo imaginaba a Ringo corriendo por sus calles, paseando en su auto importado, su ropa cara y su cigarros que se había ganado con sus puños, y junto a eso la tremenda tristeza que acompaña a los boxeadores en esas calles grises y derrumbadas de este deporte. No lo es todo, siento una irrefrenable simpatía por estos deportistas que fueron grandes y que cayeron tan fuerte desde allí.

Del barro vienen y al barro van sería una lectura. Otra, la que yo prefiero es que directamente somos más barro que otra cualquier otra cosa, como dice Miguel Hernández


“Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada
Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos y a sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores."


(Pareciera escrita a los boxeadores. Enlace al texto)
Read more »
9 com

La canción del verdugo


"No es fácil escribir en primera persona sobre un personaje que es más fuerte y más valiente que tú. Pero hay que hacerlo, porque si todos tus personajes tienen tu mismo nivel, no te enfrentas a temas más importantes."
Norman
Mailer
.


Ya tenía las yemas de los dedos negros de tanto revolver entre los puestos de libros de Plaza Italia –como en El nombre de la Rosa- cuando lo vi aparecer robusto entre folletines y bestsellers. “La canción del verdugo” de Norman Mailer me miraba envuelto en un folio, preservado del contacto con otros libros que él mismo consideraría menores, y a tan sólo 25 pesos. Lo compré sin dudarlo, de hecho lo había estado buscando sin suerte en otros lados. Había leído a Mailer decir que ese era uno de sus mejores libros, que había empezado a escribirlo motivado un poco porque –a pesar de quererlo- estaba harto de escuchar a la prensa hablar sobre “A sangre fría” de Capote.

Me tomé el 59 para emprender el camino a casa y lo abrí. La primera palabra era el nombre de una amiga con la que había estado hablando sobre Mailer los días previos, la misma que me había robado de mi casa “El prisionero del sexo”. Le conté la coincidencia y entre sus gritos e hipérboles no pudimos entendernos.

La novela fue publicada en el año 1979 y le valió al autor un Pulitzer. Es considerada por cierto sector de la crítica como una de mayores novelas-reportajes del siglo XX y los elogios no son nunca suficientes.

Gary Gilmore, el protagonista, había pasado 18 de sus 35 años preso cuando, habiendo obtenido su libertad condicional, cometió dos crímenes inmotivados, asesinó a sangre fría a dos norteamericanos sin proponérselo pero . Las narraciones de Mailer son excepcionales. Tras una aparente simplicidad se encuentra un autor omnisciente que juega con el lenguaje como pocas veces he leído algo. La experiencia de leerlo en inglés es aun más impactante.

La novela contiene fragmentos de cientos de entrevistas hechas a Gilmore que el documentó y de la correspondencia entre Gary y su amada Nicole de 19 tiernos años. Sobre éstas cartas Mailer ha dicho que son la más fina literatura que el haya leído jamás. Muchas de las cartas y extractos de entrevistas aparecen tal cual en el libro.

Gilmore fue sentenciado a la pena de muerte –el primero desde su reinstalación en Utah- y lo curioso del caso es que el se negó a apelar el fallo, lo cual le dio gran trascendencia pública. Los defensores de los derechos humanos lograban interponer recursos para demorar la ejecución mientras Gilmore gritaba a los cuatro vientos que quería ser fusilado en tiempo y forma. La novela también describe la sociedad americana de ese entonces: el puritanismo mormón de Utah, la vida ordenada y “normal” de las dos víctimas versus los irrefrenables impulsos de Gilmore por la violencia y el sexo descarnado con su joven novia. Por momentos la traducción edulcora y quita fuerza a las escenas de violencia y sexo, pero aun así, es increíble cómo alguien puede mantener el suspenso por casi 600 páginas.

La negativa de Gilmore a hacer uso de sus derechos de apelación de la pena lo fue convirtiendo lentamente en un héroe de la clase trabajadora y la figura más buscada por los medios de aquél entonces a los que terminó vendiendo los derechos de entrevistas para darle ese dinero a Nicole.

Recuerdo que cuando comencé a leerla no sabía que el caso de Gary Gilmore había sido “en verdad” en Utah. Tal es la genialidad de Mailer que esos límites se confunden pero siempre es ganancia para el lector.

Cada vez que me preguntan cuál es mi libro preferido, estoy tentado a decir que “La canción del verdugo” se ha convertido en ese, traicionando junto a mi memoria a muchos otros que en otros tiempos me han deslumbrado.



Carta de Gary a Nicole ya estando preso:


“No soy un hombre débil. No he sido nunca ni un castrado ni una rata; he luchado siempre. No seré el más duro de los malnacidos que corren por ahí, pero siempre he dado la cara y contado entre los hombres. He hecho algunas cosas que harían temblar a más de un mamón, y he aguantado cabronadas que nadie debiera soportar. Pero lo que quiero que entiendas, mi niña, es que mi corazón es tuyo, y que con mi corazón tienes, creo, el poder de aplastarme o destruirme. Te ruego que no lo hagas. Lo que siento por ti me deja sin defensa.

No puedo compartirte con ningún otro, con ningunos otros, Nicole. Antes me quiero muerto y ardiendo en alguna forma de infierno, que saberte con otro hombre.


No consiento en compartirte. Te necesito entera.

Si yo paso sin joder, tu puedes hacer lo mismo. Perdóname la crudeza, pero es la verdad. Nos amamos mutuamente y nos pertenecemos el uno al otro; no nos lastimemos, no nos lastimemos jamás.

Este dolor me paraliza. No puedo dejar de imaginarte con alguien. No puedo. Y tengo que echar de mi mente esas feas imágenes. No quiero que nadie te bese ni te tenga ni te folle. Eres mía y te amo.

En la última página de tu carta decías que no volveré a tener motivo de sufrir así, que lo vas a dejar, que era la verdad, decías. Cristo bendito, de los jodidos treinta y cinco años que tengo, más de la mitad los he pasado en la cárcel.

Con todas las cosas que me han pasado, tendría que ser un cabrón de lo más duro.


Pero no soporto estar lejos de ti: te echo en falta a cada minuto.

Y no puedo tolerar la idea de un hombre estrechando tu cuerpo desnudo y mirándote poner los ojos en blanco mientras reposa él entre tus brazos.

Ni puedo ni quiero compartirte. Tienes que ser toda mia. No me importa lo que dices de que ee loco corazón tuyo no sepa decir no a quien te pide ser feliz. Mi corazón, loco también, pide a tu loco corazón que no diga no cuando te pido que seas solo mia en mente, alma, vida y corazón. Deja que sea el próximo y único hombre que te tenga.

Dios mio, cómo te necesito, nena, nena, nena, folla sólo conmigo no folles con nadie más, no lo hagas, no, que me mata. No me mates.

¿Es demasiado pedir? Escribe y házmelo saber…


DIMELO DIMELO,
MALDITA SEA
DIMELO


Joder hostia mierda Dios Nicole

Dimelo.

Miércoles y Domingo distan demasiado entre si… ¡¿Por qué no me escribes más?!
Nicole, no vayas con nadie, no lo hagas, no no, no, no

Estoy jodiendo de mala manera con esta carta. Es preciso que la termine de algún modo y la termino así. Te necesito TODA. No te comparto con nadie. Te quiero. TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO.

No, no estoy borracho ni cargado ni nada, soy yo y nada más que yo quien escribe esta carta carente de belleza: sólo yo, Gary Gilmore, ladrón y asesino. El loco de Gary. El que un día soñará que era un tipo llamado GARY, que vivía en la América del siglo veinte y que algo iba muy mal… pero qué era, qué es lo que iba mal, bueno, las cosas están tan cagadas, tan supercargadas, como solía decirse en el Spanish Fork del siglo veinte. Y ese tipo recordará que también había algo muy bello en aquel antiguo Imperio Mormón de las montañas, y empezará a soñar con cierta zorrita de ojos verdes y pelo rojo oscuro que ponía en blanco los ojos y se le tragaba entera la polla y reía y lloraba con él y no le importaba que tuviera los dientes jodidos sin remedio y le enseñó a follar otra vez con mujeres, y no con su mano y con las fotos del Playboy.”
Read more »
9 com

Fervor de Buenos Aires


“...porque se equivoque uno no tiene por qué pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.
D.A.Maradona


Y vaya que ha pagado. Y lo sigue y seguirá haciendo hasta el fin de sus días –que ya son todos de regalo-. Es una obviedad que ser él es muy difícil. Ha sido el muchacho díscolo desde que apareció en la primera división con tan sólo 15 años y ha estado en todos los medios del país y el mundo desde entonces. Su carrera y vida pública son muy conocidas tanto como su vida privada.

Post partido ante Uruguay: “que la chupen, que la sigan chupando”. Yo pongo el énfasis en la palabra “sigan”. Ejemplifica bien dónde está parado el 10. Si bien desde que asumió como DT de la selección -de más está decir que como DT no debería osar dirigir ninguna cosa- la cantidad empalagosa de elogios que siempre ha recibido mermó, pero los medios y sus amigos en negocios se la han estado chupando desde fines de los 70s. Es una sutileza, sólo un cambio de cualidad.

Maradona 100%. Lo que Diego puso de manera brutal en evidencia era que todos se la han estado chupando y seguirán, solo que de un modo chocante, como cuando alguien dice algo que todos piensan y nadie se anima a decir: el efecto es instantáneo y sin lugar a dudas o todos se ríen o se sienten embargados de vergüenza, lo siniestro tiene lugar, lo horrible emerge de entre lo familiar.

Niembro & Cía hace un tiempo pedían a gritos que había que darle una oportunidad a la “generación del 86”. Bueno, acá están los resultados de esta gente poco profesional. Pero así es Maradona: intratable por donde se lo miren, tiene su ley propia, ley que construyó junto al mundo periodístico que ahora se levanta las medias después de que los mandara a hacer la primera acción que hace un ser viviente. Como si no nos diéramos cuenta que Fantino y Vignolo están duros, que Veira debería estar preso y de que Closs le pegaba a la hija de Bianchi y a Luciana Aymar.

Las críticas tienen el mismo tono que le hace la oposición al Gobierno. Grondona, el ferretero de Arsenal, por alguna curiosa razón se aferra a la vida –su madre vivió más de 100 años- acomodándose y traicionando a quien sea, Grupo Clarín incluido, quien lo ayudó a construir este poder corrosivo. Grondona dirige la AFA desde hace 30 años y es vicepresidente de la FIFA hace más o menos lo mismo sin saber una gota de inglés.

Maradona, el único jugador que luchó para crear la Asociación de Jugadores a nivel mundial –es decir, crear el gremio- llevándole la contra a la FIFA, organismo que nunca lo quiso y que puso a una mujer rubia y regordeta –inocua ideológicamente- en el campo del mundial 94 para llevarlo al antidoping de la mano.

Los Simpsons lo respetan, en cambio a Pelé le ponen bolsas de dinero en sus manos por dar el puntapié inicial en un partido o por auspiciar cualquier marca.

Diego atacó a la Iglesia, cambió de partido político según el viento, tiró balinazos contra los periodistas, asumió su adicción a la cocaína mil veces, se lamentó no haber sido mejor jugador si no hubiese tomado, y así totalmente dado vuelta dio mil entrevistas donde el periodismo se regodeó deseando que explotara como un chancho.

Cuando decía cosas como que Pelé debutó con un pibe, ese reaccionario sector que va con el viento del lugar que más rédito de, se reía y comía de ese manjar, ebrios de poder y vanidad. Hoy Maradona está más cerca de ser el peor DT de la historia de la selección, aunque seguramente pasará la primera ronda del mundial e irónicamente llegará más lejos que el gran Bielsa.

Maradona siempre lo dijo, no es modelo de nadie, no se lo puede atacar por ese lado, difícil sería querer que alguien que queremos siga su ejemplo. No tiene sentido correrlo por ese lado. Ese Diego que andaba en camión por el barrio de Mirtha Legrand, tiraba fuegos artificiales a la tarde y amagó a comprar todo el vecindario cuando se le fueron a quejar es el mismo ingobernable de hoy y de siempre. Por eso no me sorprendo ni dejo de quererlo, sólo lamento que juguemos tan mal.

Papelones y vergüenza da el tipo de la foto, siervo de la FIFA, o lo que hace Bilardo - ex candidato a presidente de la Nación- y Grondona.

Lo que hace Diego es de Diego, el que le dio dignidad al sur de Italia, el que murió en Punta del Este, tiritó en Cuba, hizo tele, un jugador mediocre lo hizo abuelo y ahora junto a un cuerpo técnico de gente poco proba nos llevará a pasear a Sudáfrica donde la masa autóctona de allí sabrá valorar al que viene del y vive en el barro como ellos, el que puede sintonizar emocionalmente con casi todos, el que se supera en cada doble negación.
Read more »
7 com

El oficio de estar sentado


Curiosos tipejos son los vigiladores nocturnos de los edificios. Durante mi larga estadía en éste, he visto pasar varios, algunos han estado el suficiente tiempo como para poder sacarle esa radiografía que se hace durante breves diálogos. En mi edificio, hay un tipo vestido de manera curiosa entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. Se hicieron “necesarios” una vez que le robaron a alguien hace más de 10 años y representan un importante porcentaje en las expensas. Yo sinceramente dudo de su necesidad, su única función es pararse a ver –cuando lo hacen- cuando alguien entra un auto.

Recuerdo a Rasputín –nunca supimos su nombre, pero su aura nos inspiraba ese-, un tipo desgarbado de estatura mediana, pelado en todo el centro de su cabeza y con cabello a los costados sobre sus orejas. Ante cada saludo respondía con un soplido, a lo sumo un fonema, nunca una palabra. En sus días de buen humor, acompañaba moviendo la cabeza. Una noche vi a otro tipo, la segunda noche estaba el mismo así que le pregunté al encargado qué había pasado con Rasputín. Me dijo que lo había atropellado un camión mientras andaba en bici de madrugada.

Hubo un tiempo donde pasaron varios intrascendentes, recuerdo a un jóven del cual nunca supe su nombre que simplemente no podía dejar de hablar. Bastaba un “hola” para que lanzara varias oraciones seguidas sobre sus pesares: que no lo hacían efectivo en ningún edificio, que le pagaban su sueldo en tres cuotras por mes, que su mujer lo presionaba mucho. Yo sólo los saludaba, pero a esta altura como sabían que yo era el de la planta baja se sentían autorizados a intentar ser amigos, los tengo tan cerca que puedo escucharlos como si estuviesen en una habitación contigua pero sin estarlo, y no sólo interrumpen con sus ruidos, sino que cuando de este recinto se emiten sonidos que mejor sería que nadie escuchara, están callados.

Luego titularizó Cacho, un entrerriano al que le faltaban dos años para jubilarse y cuya frase de bienvenida era insoportablemente adorable, cual Papa Noel soltaba: “¿jo jo jo cómo le va?" E inmediatamente esperaba una respuesta no muy breve para tener un diálogo acerca de cualquier cosa, sin importar la hora. Tenía algunas cosas muy molestas: la radio fuerte toda la noche y no se dormía: salía a la vereda y hablaba con la gente que estaba en la parada del micro. Una pesadilla mesopotámica.

Llegó su jubilación y fue reemplazado por un hombre de más de 60 años con un bigote como el que el loco lindo que ilustra la entrada y un peinado a lo Morrissey cuando era joven. Éste es el peor de todos: habla solo todo el tiempo, algunas veces se da ánimo para no dormirse: “dale boludo no te duermas”, otras parece que reza en un murmullo inaudible, a veces se queja a una gran velocidad que no puedo distinguir las palabras, si tengo suerte sólo lee en voz alta.

También tamborilea sus dedos contra la mesa y toca la batería con una regla y su pie. Hace unos meses tiene un hábito nuevo –un tic con suerte y no un diálogo insospechado con alguien- que consiste en imitar el gorjeo de un pájaro. Un ruido similar puede producirse al friccionar la suela de la zapatilla contra un mosaico. Es impresionante, en este mismo momento se cumple aproximadamente media hora que lo está haciendo, su fuerza es envidiable, estoy casi seguro que lo hace con la boca, me gustaría salir de golpe y agarrarlo con las manos en la masa -quién sabe, quizás también es parte de la función-.

Sobre la mirilla de la puerta que me comunica al hall donde gorjea este bigote tengo esta foto que me recuerda el débil equilibrio de las cosas.
Read more »
7 com

La hipocresía de la tolerancia


La tolerancia no es un valor/condición/cualidad nueva, sin embargo su uso ha mutado en los últimos años. La tolerancia hoy en día está revestida de un halo de santidad, benevolencia y pulcritud que ha sido utilizada por ejemplo por la oposición al Gobierno como bandera de civilización y como herramienta de desprestigio. El gobierno es para ellos un cúmulo de personas insensatas, caprichosas, que intentan avasallar a quienes piensan distinto de múltiples maneras, por ejemplo con la Ley de Medios que se acaba de sancionar, la “ley mordaza” o “ley K” como bien han establecido no ingenuamente los medios del Grupo Clarín y aquellos timoratos que se han encolumnado detrás.

¿Quién podría declararse en contra de la tolerancia? No muchos. Parece algo noble. Pero tiene toda una veta cínica e hipócrita. ¿Quién podría creer de boca de Rodriguez Saá su arenga a favor del diálogo y el consenso? Cuando fue él, como fugaz presidente, el que pronunció ante el veletísimo clamor popular de ese recinto que Argentina dejaría de pagar la deuda externa. Imposible creerle.

Ayer en el Senado, Pichetto lo dejó en evidencia –y castigó de paso a Cleto- y puso de manifiesto lo que todos saben: la democracia tiene concesiones parciales, genera muchas divisiones y es un sistema imperfecto que hay que sostener a como de lugar. Y en ejercicio del poder, quien tiene la mayoría se impone, negocia hasta cierto punto, hace concesiones para mostrarse humano, pero finalmente se impone. Y acá es cuestión de tomar partido. Cuando EEUU vendió e impuso su receta neoliberal a América Latina, las acompañó con gobiernos de factos y luego con democracias que debilitó durante los 90s. Quizás esa sea uno de las razones de la ausencia de políticas de Estado a largo plazo independientemente del Gobierno de turno. Quizás sea el momento de escuchar a Zaffaroni y su propuesta de cambio a un sistema parlamentario de Gobierno.

Pero en realidad, estas cuestiones exceden mi conocimiento y quería hablar sobre el enmascaramiento de la tolerancia. Freud hacía un pseudo chiste diciendo que el hombre se hizo hombre cuando dejó de lanzar piedras y lo reemplazó por un insulto. Bueno, todos quisieran lanzar piedras, pero tienen que contentarse con la tolerancia. Que De Narváez salga a pedir diálogo, y todas esas virtudes ponderadas por la Iglesia es la muestra más clara de la Ideología actual. Enmascararlo, invisibilizarlo es la muestra más fuerte de la ideología funcionando, ya lo he dicho en otros posts así de aburridos, decir que no existen las ideologías es la forma más clara, el estado más puro de la misma.

Ayer mientras escuchaba el –en líneas generales- pobrísimo nivel del debate en el Senado, me puse a ver unas entrevistas al amado Normal Mailer, y en un momento dice:

si, todavía pienso que los mierdas nos están matando, todavía siento que el mundo se está convirtiendo en algo siniestro, mediocre, que no es inevitable, ya no suceden tan seguido cosas maravillosas, los seres humanos eran mejores, ahora lo mejor que te puede pasar es hermoso, está bien, es noble… y al mismo tiempo hay un triunfo de lo mediocre, me refiero a mi viejo amigo el plástico (da un gran rugido de león y se ríe, le alcanzan una tapa de plástico) los chicos crecen chupando estas cosas, lo tocan, tus dedos no sienten nada, tocás vidrio sentís un poco, tocás madera sentís un poco más, pero con esto, no sentís nada y ya llevamos más de 4 décadas sometiendo a infantes y niños a jugar con esta cosa, es imposible que sienta afecto por el. ¿Qué es el plástico? Piénsalo bien. Es el excremento del petróleo, así empezó. Lo que le pasó a esta gente que estaba ganando sus primeros billones con el petróleo, es que se dieron cuenta que estaban derrochando el desperdicio del petróleo cuando lo estaban refinando, entonces alguien se dijo que estaban perdiéndo una fortuna, de manera más justa: estaban meando una fortuna, entonces se dijeron “vamos a usar este desperdicio”. Y así ahora estamos rodeados del excremento del petróleo. Nadie ha sido nutrido con plástico, es funcional, es el equivalente espiritual a lo políticamente correcto, es funcional, sirve a una causa, y el costo de servir a este propósito es enorme. Te reparan los dientes con plástico, antes te ponían mercurio, oro, plata, distintos metales, podías tener cierta relación con el Diablo. El mercurio te daba… sabe Dios que cosa, y por otro lado te ponía en contacto con las fuerzas locales, ¿ahora qué tenes en los dientes? plástico, tu boca se siente dormida, besas peor…”

Otro ejemplo de la transición de la modernidad a la llamada posmodernidad.

La desustancialización de las cosas que ya he nombrado: el café sin cafeína, azúcar sin azúcar, sexo seguro –sexo sin sexo-, guerra sin muertos, y toda la gran pavada mentirosa del mundo light -al que tengo en lista de espera para decir dos o tres cosas cual viejo gruñón- tiene su correlato con las nuevas subjetividades y valores actuales. Insisto que no es conservadurismo, no es la lógica del forro de Recondo diciendo que está orgulloso de no dejar trabajar a su mujer, no, es que reina un blablá generalizado que crea grandes ilusiones y las destruye con su otra mano fácilmente y me hace escéptico.

Puede ser que Kirchner haya dilapidado en un año todo lo bueno que había hecho, pero la intolerancia y cierta actitud vindicativa es lo menos criticable de todo. Uno también sabe donde va a pararse –no dónde está parado- porque ve quienes están en la vereda de enfrente, y en mi caso la elección es muy fácil. Y ciertamente, la democracia es irremplazable, que los eunucos bufen, que digan lo que quieran, pero la clase política se deshilacha.

Cedo falta de coherencia textual a favor de la intensidad. Un romántico profesor mío solía decir que una revolución no se hace pidiendo permiso, ni en un día. Mi voto es a favor.
Read more »