El porvenir es largo

"My father was a great literature teacher; he taught me the meaning of pain. Pain without reason"
Eso dice Bukowski en una entrevista. Su padre fue un gran maestro de literatura porque le enseñó el significado del dolor.
Esa frase también podríamos atribuírsela a Jack, el personaje que a pesar de no ser el favorito de la mayoría, terminó comiéndose la serie Lost.
Tan difícil de abarcar e inconexa es en muchos puntos de su trama que no caeré en la trampa de intentar cerrar las preguntas y los sentidos que dejó abiertos. De hecho creo que ese es su gran logro, haber mantenido en vilo durante seis años a millones de personas y finalmente dejarlos expuestos ante la sensación de estafa. Pero quienes sientan eso yo los digo que no entendieron el espíritu de la serie. La serie los dejó en la posición que me gusta llamar de “horror ante un círculo abierto”. Algunos no tenemos problemas con eso.
Vamos a la escena final donde Jack se tira a morir en el lugar donde había aparecido la segunda vez que llegó a la isla. Con dificultades por su herida mortal, logra acostarse y rápidamente comienzan los estertores que hacen de prólogo al apagón. Nos dejan un instante para la tristeza pero inmediatamente aparece Vincent, el perro de Walt (que para mí se convertirá en el nuevo Jacob y los enterrará a todos los que quieran atacar la isla. El perro digo eh.) y Jack sonríe un poco aliviado. Se sabe que cualquier cosa donde haya un perro es mejor. Ya la muerte está suavizada, es más amigable. Segundos después cuando ve pasar el avión que lleva a algunos de sus amigos, aparece la sonrisa americana del deber cumplido.
Se dice que el ojo es la ventana al alma. Pero ¿Que tal si no hay alma detrás del ojo? ¿Que tal si el ojo es un agujero a una fundamental nada? ¿Que tal si del otro lado hay un olvido completo, inasible y descomunal? Siguiendo la lógica planteada por la serie: ¿cual es el mecanismo por el cual uno al morir olvida eso que sucedió allí y no otra cosa? ¿Por qué al tocarse entre sí comienzan a acordarse? ¿De qué se trata esa materialidad? No hacen falta las respuestas, es tan sólo una serie. Las respuestas de este lado son menos alentadoras. Una de las funciones de la memoria es olvidar, pregúntenle a Funes el memorioso a ver que dice, si no le vendría bien un poco de olvido.
Finalmente, la cámara con ellos en la Iglesia se funde en blanco (y no en negro, esta elección no es para nada casual) y aparece sobre el ojo de Jack, ojo que está a punto de cerrarse. Recordé la escena de Psicosis de Hitchcock cuando la cámara después del asesinato en la baño se pierde junto a la sangre y al agua por el agujero de la bañadera y se metamorfosea hacia el ojo de la muerta, con la ligera diferencia que ese ojo ha quedado abierto, lo que lo hace mucho más terrible, porque ¿quién aguanta mucho tiempo la mirada de un muerto?
El ojo de Jack, el ojo de alguien mucho más amable tiene la cortesía de cerrarse.
Escribe Pavese en Vendrá la muerte y tendrá tus ojos:
“Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.”